06/02/2020
Aunque la venta de un piso siempre nos gustaría que fuera rápida, simple y sencilla, lo cierto es que por desgracia es una operación que tiene cierta complicación. Por eso hoy queremos hacer más fácil este proceso contando algunos consejos y trucos para venderlo lo más pronto posible.
Lo primero que hay que hacer es preparar el piso para venderlo y para ello hay que comenzar por ordenarlo y despejarlo para conseguir una sensación de amplitud mayor. Es conveniente también reparar los pequeños desperfectos y modernizar el entorno. Con este proceso tan pequeño vas a conseguir evitar bajadas de precio muy importantes, así que merece la pena.
Es fundamental publicitar de manera correcta el piso. Además de las agencias inmobiliarias, también puedes usar los portales de Internet para poner la vivienda en venta. Y no olvides utilizar canales tan importantes como la prensa local y la radio que también resultan muy eficaces y pueden ayudarte a vender cuanto antes tu propiedad.
Es importante que el futuro comprador esté contento y para ello comienza con una buena primera impresión no llegando tarde a tu primera cita con él. Una vez os hayáis presentado, encárgate de resaltar los beneficios del piso y aporta información sobre su entorno.
El último paso será contar las condiciones de venta y buscar el cierre de la misma. Para ello puedes alegar que se trata de una oferta limitada por alguna circunstancia concreta. Deberás buscar el compromiso del cliente y para ello es posible que tengas que hacer alguna concesión o destacar algún beneficio que tu propiedad tenga en exclusividad.
Si no consigues que se decida, pregúntale para que te verbalice lo que le impide comprar el piso. Ser claros es seguramente una de las maneras más seguras de cerrar la operación, eso sí, sin llegar a ser agresivo verbalmente.
Así mismo es muy importante ser flexible ya que una postura rígida no te va a conducir a ningún lado, solamente conseguirás que el posible comprador salga espantado por la mala impresión que se haya llevado. Pero tener flexibilidad no implica que haya que ceder en todas las cosas, eso también tienes que tenerlo claro.
Para evitarlo es importante establecer algunas líneas que no se van a traspasar en ningún caso antes de comenzar con las negociaciones. Por ejemplo, tendrás que pensar cuánto estarías dispuesto a rebajar en el precio de venta si es que piensas hacerlo, o si podrías llegar a hacer alguna renuncia. En caso afirmativo es primordial que tengas claro a qué. Haciéndote estas preguntas y otras que consideres oportunas, te encontrarás preparado para cualquier escenario posible que pueda darse durante la negociación del inmueble.
Es fundamental mantener una actitud abierta para que las dos partes podáis ir cediendo terreno y acercando posturas. Para ello es primordial tener muy claro qué es lo que se quiere conseguir y cuál es la meta final, además de vender el piso, por supuesto. Por ejemplo, el objetivo podría ser vender el inmueble en el un plazo x de tiempo por x dinero.
También es importante que el comprador tenga la sensación de tener todo bajo control y para ello es muy importante que sepas escuchar y dar por válidas sus tomas de decisiones por muy pequeñas y continuas que sean.
Y cuando por fin hayas cerrado la venta, no olvides felicitar a los nuevos propietarios y facilitarles tus datos de contacto para que puedan localizarte ante cualquier duda o pequeño problema, ya que es muy probable que durante los primeros meses tengáis que estar en comunicación.