27/03/2024
En los últimos años, se ha observado un incremento exponencial en la demanda de viviendas en alquiler en España, especialmente en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, a pesar de que históricamente el país ha sido dominado por propietarios. Este aumento no ha sido acompañado por un crecimiento equivalente en la oferta, lo que ha generado un desequilibrio notable y un consiguiente incremento en los precios de alquiler. Como resultado, muchos propietarios han optado por poner en alquiler sus viviendas vacías para obtener ingresos regulares y aprovechar sus propiedades.
Sin embargo, esta práctica también conlleva sus propios inconvenientes, como el impago de rentas, problemas de convivencia y daños en el mobiliario. El impago de la renta es uno de los principales conflictos a los que se enfrentan los arrendadores en la actualidad, ya que puede poner en riesgo tanto la inversión como la propiedad misma. Ante la falta de acuerdo con los inquilinos morosos, los propietarios se ven obligados a recurrir a la vía judicial para iniciar un proceso de desahucio por falta de pago, lo que implica contratar los servicios de un abogado y un procurador.
Además, en los últimos meses ha surgido un nuevo fenómeno: la inquiokupación. Este tipo de ocupación ocurre cuando una persona planea ocupar una vivienda, pero en lugar de hacerlo de manera ilegal, lo hace mediante la firma de un contrato de alquiler. Utilizan diversas estrategias para ganarse la confianza de los propietarios, como pagar varios meses por adelantado para aparentar solvencia financiera.
La inquiokupación es particularmente difícil de distinguir, especialmente desde el punto de vista legal, de aquellos inquilinos que no pueden pagar el alquiler. La principal diferencia radica en que los inquiokupas alquilan una vivienda con la intención explícita de ocuparla ilegalmente. Desalojar a estos inquilinos es un proceso complejo y costoso, ya que están bien informados sobre la ley y utilizan todos los recursos disponibles para retrasarlo.
Errores al vender pisos previamente alquilados
Cometer errores económicos al vender una casa es común y puede tener un impacto significativo en el proceso. Uno de los errores más frecuentes es fijar un precio inadecuado, ya que este debe estar en línea con el mercado y no simplemente basado en la percepción del vendedor. Además, es crucial estar dispuesto a negociar, ya que esto puede facilitar el cierre de la venta y satisfacer las expectativas del comprador.
Otro aspecto a considerar es la forma en que se anuncia la vivienda. Ya sea a través de un profesional inmobiliario o por cuenta propia, es esencial aprovechar al máximo todas las plataformas disponibles para llegar a un público más amplio. Esto incluye utilizar múltiples plataformas gratuitas y garantizar que la información proporcionada sea precisa y completa.
Al enseñar la vivienda, es importante presentarla en las mejores condiciones posibles. Esto implica asegurarse de que esté limpia, ordenada y libre de olores desagradables. Además, el uso de técnicas de "home staging" puede ayudar a que los posibles compradores se imaginen viviendo en el espacio, lo que puede aumentar las posibilidades de cerrar la venta con éxito.
- Poner un precio de venta muy diferente al precio de mercado: es importante conocer el valor real del inmueble y ajustar el precio en consecuencia para evitar que sea demasiado alto en comparación con los valores de mercado.
- No querer negociar: estar dispuesto a negociar el precio puede ayudar a cerrar la venta más rápido. A veces, bajar ligeramente el precio inicial puede atraer a compradores potenciales.
- No despersonalizar la vivienda: eliminar objetos personales y optar por tonos neutros en la decoración puede hacer que los visitantes se imaginen viviendo en el espacio.
- Dejar la vivienda desordenada: preparar la vivienda para las visitas es esencial. Mantenerla limpia y ordenada puede causar una mejor impresión a los posibles compradores.
- Sacar malas fotos: crear un anuncio atractivo con fotos de calidad es fundamental para despertar interés. Las fotos deben estar bien organizadas y mostrar claramente las características del inmueble.
- No arreglar los pequeños desperfectos: realizar pequeñas reparaciones puede hacer que la casa sea más atractiva para los compradores. No es necesario hacer grandes reformas, pero arreglar los desperfectos puede acelerar la venta.
- Mentir en el anuncio: el anuncio debe ser claro y veraz para evitar perder el tiempo tanto del vendedor como de los posibles compradores.
- No comenzar a preparar el papeleo: tener toda la documentación necesaria al día puede agilizar el proceso de venta. Es importante tener a mano todos los documentos que los compradores puedan solicitar.
- No hacer un estudio de mercado: realizar un estudio de mercado puede ayudar a entender la situación del sector inmobiliario y fijar un precio adecuado para la vivienda.
- No pensar en los gastos de venta: es importante tener en cuenta todos los gastos que se generan al vender una vivienda, como los de notaría, Registro de la Propiedad, IRPF y plusvalía municipal, entre otros.
