06/03/2024
En el proceso de venta de una propiedad alquilada, tienes dos alternativas principales: puedes esperar a que finalice el contrato de arrendamiento o proceder con la venta manteniendo el contrato vigente. La segunda opción, aunque más compleja, puede ser viable con el apoyo de una agencia inmobiliaria de confianza, como AS Real Estate.
Si decides no esperar a la finalización del contrato de alquiler y el inquilino no muestra interés en comprar la propiedad, no puedes desalojarlo. En esta situación, la venta requeriría encontrar un comprador dispuesto a adquirir una propiedad con un inquilino en curso. Aunque pueda parecer poco común, muchos inversionistas buscan este tipo de propiedades debido a la rentabilidad que ofrece el alquiler. Es una inversión de bajo riesgo que no requiere gastos adicionales en reformas.
Además, esta opción ahorra tiempo, ya que el nuevo propietario no necesita buscar inquilino, solo mantener el contrato de arrendamiento activo hasta su vencimiento. Te animamos a evaluar estas opciones según tu conveniencia. En AS Real Estate, brindamos asesoramiento basado en un análisis detallado del mercado para ayudarte a tomar la mejor decisión.
Cómo vender un piso con inquilino
Vender una propiedad con un inquilino en curso es perfectamente legal según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Hoy en día, numerosos inversores muestran interés en adquirir viviendas alquiladas, ya que esto garantiza una rentabilidad inmediata.
Sin embargo, esta operación conlleva cierta complejidad. Es importante recordar que el inquilino posee un derecho de adquisición preferente. Por lo tanto, al decidir vender la vivienda, debes notificarlo por escrito al inquilino, detallando las condiciones de la venta, incluyendo el precio.
Una vez recibida la notificación, el inquilino tiene 30 días para decidir si desea comprar la propiedad. Si opta por hacerlo, según la normativa, deben firmar el contrato de compraventa ante notario dentro de un plazo de 180 días. En caso de que el inquilino rechace la compra, estás en libertad para vender la propiedad a quien desees.
Es importante tener en cuenta que, incluso si el inquilino rechaza la compra, no está obligado a abandonar la vivienda, ya que el contrato de arrendamiento sigue en vigor. Sin embargo, es posible negociar con él para alcanzar un acuerdo y lograr que desocupe voluntariamente la propiedad, aunque es probable que solicite una indemnización.
La opción más favorable es vender la propiedad alquilada a un inversor. La presencia de un inquilino en la propiedad es atractiva para los inversores, ya que les ahorra la búsqueda de un arrendatario, por lo que seguramente encontrarás varios interesados.
Aunque los potenciales compradores deseen visitar la propiedad antes de cerrar la compra, no puedes forzar al inquilino a permitir las visitas si este se opone. Sin embargo, si el contrato de arrendamiento incluye una cláusula que permite tales visitas, el inquilino no puede negarse a cumplirla.
Cómo vender una vivienda después del alquiler
Cuando decides poner en venta tu propiedad después de rescindir el contrato de arrendamiento, es fundamental tener en cuenta varios aspectos importantes. Obtener asesoramiento de una agencia inmobiliaria puede ser crucial para garantizar una transacción eficiente y obtener el mejor precio posible. El valor de venta es un punto crucial donde muchos propietarios cometen errores al intentar vender por sí mismos, potencialmente sacrificando ingresos al evitar el pago de comisiones.
En nuestra agencia, AS Real Estate, realizamos una evaluación exhaustiva de todas las propiedades que gestionamos. Nuestros expertos tasadores están dedicados a analizar los aspectos subjetivos del inmueble, a menudo pasados por alto por los propietarios, y cuentan con un profundo conocimiento del mercado local para anticipar cómo puede influir en el precio de venta.
Una vez investigado el mercado y establecido el precio de venta, el siguiente paso es recopilar toda la documentación necesaria. Esto incluye obtener la nota simple del Registro de la Propiedad, que detalla la propiedad, su propietario, características y posibles cargas financieras. Además, es esencial contar con el Certificado de Eficiencia Energética y, en algunas comunidades autónomas, la cédula de habitabilidad como prueba de que la vivienda es habitable. También es fundamental presentar el recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) para demostrar el cumplimiento con los pagos.
Dado que la propiedad ha estado alquilada, es posible que necesite una renovación antes de ponerla a la venta para corregir posibles desperfectos. Esto implica una limpieza exhaustiva de todas las superficies y una organización impecable de los espacios para brindar una sensación de amplitud. La pintura de las paredes con colores claros puede transformar por completo el aspecto, proporcionando luminosidad y una sensación de limpieza.
En AS Real Estate, ofrecemos un servicio completo que abarca desde la valoración inicial hasta la firma del contrato de compraventa en la notaría, brindando un acompañamiento integral en todo el proceso de venta.
