17/01/2024
En los últimos diez años, ha habido un aumento significativo en el número de hogares que han optado por el arrendamiento, llevando a muchos propietarios a alquilar sus viviendas. Sin embargo, esta decisión no ha estado exenta de desafíos, como el riesgo de impago por parte de los inquilinos, una preocupación común para los propietarios.
Aunque existen seguros para cubrir el impago del alquiler, iniciar un proceso judicial por desahucio debido al impago puede resultar prolongado y costoso. Además, los propietarios tienen que afrontar gastos adicionales, como contratar servicios legales para presentar la demanda. Igualmente, la recuperación de la vivienda no garantiza el cobro de la deuda, ya que algunos inquilinos declaran insolvencia.
Encontrar inquilinos adecuados va más allá del cumplimiento puntual del pago del alquiler. Se busca que mantengan la propiedad en buenas condiciones y respeten la convivencia con los vecinos. Los conflictos y disturbios en la comunidad son desafíos comunes al poner una vivienda en alquiler.
Algunos inquilinos pueden descuidar la propiedad y causar daños considerables, como roturas de puertas o electrodomésticos. También pueden incumplir el contrato de alquiler al introducir mascotas, realizar modificaciones no autorizadas o fumar en el inmueble. Ante estos desafíos, alquilar una propiedad puede ser una inversión rentable, pero también puede convertirse en una situación problemática.
Ante estos inconvenientes, vender la vivienda puede ser una opción que ofrezca mayor tranquilidad y una rápida entrada de liquidez. Si la ubicación ha ganado valor, vender la propiedad podría generar ganancias considerables, especialmente si se planea reinvertir en otro proyecto, como iniciar un negocio.
¿Cómo vender un piso de alquiler?
Considerando todos los factores, la mejor opción es vender la vivienda, para lo cual contar con los servicios de una agencia inmobiliaria resulta fundamental. Contratar a profesionales especializados ofrece múltiples ventajas significativas en el proceso de venta.
Las agencias inmobiliarias disponen de agentes con experiencia y un profundo conocimiento del mercado local. Estos expertos están al tanto de las últimas tendencias y juegan un papel clave al establecer un precio competitivo y realista para tu propiedad. Además, ofrecen una evaluación precisa considerando el estado, la ubicación y las características de la vivienda, lo que garantiza una presentación atractiva a potenciales compradores.
Otra ventaja es que los agentes inmobiliarios están capacitados en negociación y pueden actuar como mediadores imparciales en las conversaciones con los compradores, velando por tus intereses y facilitando acuerdos beneficiosos para ambas partes.
Por último, ofrecen asesoramiento legal, lo que resulta invaluable al navegar por la complejidad de los contratos y trámites legales asociados a la venta de una propiedad. Esta asistencia proporciona seguridad y confianza durante todo el proceso de venta.
Venta con inquilino
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) permite vender una vivienda con inquilino, lo que significa que no es necesario esperar a la finalización del contrato de alquiler para llevar a cabo la venta. No obstante, este proceso conlleva una serie de complejidades en términos de plazos y trámites legales, por lo que la mejor decisión es buscar la asistencia de una agencia inmobiliaria profesional y de calidad, como AS Real Estate.
Según la LAU, la venta de un inmueble con inquilino es una operación completamente legal, pero el inquilino posee un derecho de adquisición preferente. Por lo tanto, una vez tomes la decisión de vender la vivienda, es crucial notificarle por escrito los detalles de la venta, incluyendo la fecha prevista, el precio y las condiciones de compra.
Una vez recibe la notificación, el inquilino dispone de un plazo de 30 días para considerar si desea comprar la casa o continuar como arrendatario. Si opta por adquirir la vivienda, ambas partes deben formalizar el contrato de compraventa ante notario dentro de los siguientes 180 días, tal y como establece la normativa. En caso contrario, el propietario podrá vender el inmueble a quien desee.
Es importante destacar que si el inquilino rechaza la oferta de compra, no se puede desalojar del piso, ya que el contrato de arrendamiento sigue vigente. En esta situación, se presentan dos opciones: negociar con él para llegar a un acuerdo mutuo y que abandone voluntariamente el piso, lo que probablemente conllevará una indemnización económica. Otra alternativa es vender el piso alquilado a un inversor, ya que la demanda de viviendas en régimen de arrendamiento es alta, lo que resulta atractivo para inversores interesados en recibir ingresos derivados del alquiler desde el principio.
En resumen, la venta de un piso en alquiler implica una serie de trámites y plazos que deben cumplirse. En AS Real Estate, nos encargamos de todo el proceso para cerrar la operación de manera rápida y en las condiciones más favorables para ti. Si deseas más detalles sobre cómo podemos ayudarte, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros para ampliar esta información sobre nuestros servicios.
