04/10/2023
El número de hogares en régimen de arrendamiento ha crecido exponencialmente en la última década, razón por la cual muchos propietarios han decidido poner en alquiler sus viviendas. Ahora bien, algunos lo han hecho sin tener en consideración las desventajas que conlleva esta operación, como el impago por parte de los inquilinos. Es uno de los riesgos que asumen todos los propietarios y ante el que deben estar preparados.
Existen los seguros de impago del alquiler, los cuales cubren una serie de mensualidades (hasta un máximo de 12) de impago por parte de los inquilinos. Sin embargo, una vez presentada la demanda de desahucio por impago del alquiler, el proceso judicial puede demorarse más tiempo.
Además, los propietarios deben asumir otros costes adicionales, como la contratación de un abogado y un procurador para presentar la demanda. Y no solo eso: aunque se recupere la vivienda una vez se fije la fecha de lanzamiento, no siempre ocurre lo mismo con la deuda, ya que muchos se declaran insolventes.
Encontrar a los inquilinos perfectos no es una tarea en absoluto sencilla. Más allá de que paguen la renta en el tiempo y la forma acordados en el contrato de arrendamiento, es fundamental que cuiden el inmueble como si fuera suyo y sean respetuosos con los vecinos. Precisamente, las actividades y los problemas de convivencia son otro de los principales inconvenientes de poner una vivienda en alquiler.
A todo esto hay que sumar que hay inquilinos que no son respetuosos con la vivienda y pueden ocasionar daños, e incluso destrozos, en el mismo: puertas rotas, electrodomésticos dañados o dejar la vivienda deteriorada son algunos de los actos vandálicos que pueden cometer algunos arrendatarios.
Y, por último, cabe señalar que cada vez son más frecuentes los casos de inquilinos que incumplen una o varias cláusulas del contrato de alquiler: mascotas en el inmueble, hacer obras, fumar, etc. Teniendo todo esto en cuenta, poner un piso en alquiler puede ser una gran idea para obtener una cierta rentabilidad de la vivienda y recibir unos ingresos regulares o, por el contrario, convertirse en una auténtica pesadilla.
Valorando cuáles son los inconvenientes de poner un piso en alquiler, si realmente valoras la tranquilidad, la mejor decisión que puedes tomar es vender la vivienda. De esta manera, recibirás una gran cantidad de dinero en poco tiempo, así que es una gran alternativa si quieres reinvertir el dinero para montar un negocio, por ejemplo.
Si has sabido comprar la casa cuando la zona de está situada todavía no estaba del todo desarrollada o el lugar ha ganado interés, lo más probable es que la vendas por una cantidad mayor a la que te costó, y de esta manera ganar una suma de dinero interesante.
Ventajas de vender un piso con una inmobiliaria
Llevar a cabo una operación de este calibre sin ningún tipo de formación y experiencia en el sector inmobiliario es muy complicado. Por lo tanto, lo mejor es dejarlo todo en manos de una agencia inmobiliaria de calidad y confianza por varias razones:
- Conocimiento del mercado: si por algo se caracteriza el mercado inmobiliario es por estar en constante cambio. Por lo tanto, solo los profesionales lo conocen en profundidad y saben cuáles son los pasos a seguir para realizar la venta de forma exitosa. La formación y la experiencia son clave para conseguir una venta rápida del inmueble, ya que la agencia ayuda a fijar un precio adecuado y realizar todos los trámites.
- Promoción: cada día se ponen a la venta cientos de casas, así que saber cómo aprovechar al máximo todos los canales disponibles para proporcionar la venta es esencial. De lo que se trata no es solo de llegar al máximo número de personas posible, sino también de captar su atención.
- Trámites: son muchos los trámites a realizar para vender un piso, y la agencia inmobiliaria se encarga absolutamente de todo, lo cual es un gran punto a favor.
- Asesoramiento: vender un piso es una operación con cierto grado de complejidad, razón por la cual otra de las ventajas de hacerlo con la ayuda de una inmobiliaria es que puedes tener asesoría durante todo el proceso. Ayuda a tomar las decisiones más convenientes y resuelve todas las dudas fiscales y legales.
Por último, cabe señalar que, si tienes el piso alquilado, ni siquiera necesitas esperar a que finalice el contrato de arrendamiento para venderlo, ya que la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) permite vender un inmueble con inquilino. Ahora bien, hay una serie de requisitos y plazos a cumplir. Además, el inquilino tiene derecho de adquisición preferente, así que en primer lugar debes comunicarle a él la decisión de venta, así como las condiciones de la operación.
