22/02/2019
El contrato de arras, que también recibe el nombre de anticipo, es un contrato privado en el que comprador y vendedor se comprometen en firme a llevar a cabo la compraventa de un inmueble. El comprador debe entregar una determinada cantidad económica, previamente establecida, en forma de reserva. En dicho contrato se establecen todos los detalles del acuerdo, como el importe, la forma de pago, el plazo de formalización, etc.
Por lo general, la cantidad económica a desembolsar en concepto de reserva es de entre el 5 y el 10 por ciento del precio de compraventa. No obstante, depende de las circunstancias de cada caso concreto, así como del riesgo de desistimiento de alguna de las partes.
Tipos de contrato de arras
Se diferencian tres tipos de contrato de arras distintos. La diferencia entre ellos tiene que ver con las obligaciones de las partes, así como las consecuencias de rescindir unilateralmente el acuerdo.
- Penitencial: este es el tipo de contrato de arras más popular en el mercado inmobiliario. Establece que, cuando se desiste del cumplimiento del contrato en vigor de forma unilateral, se deben abonar una serie de penalizaciones. Así, si es el vendedor quien incumple sus obligaciones, debe devolver el doble de lo que ha recibido por parte del comprador en concepto de arras. En caso de que sea el comprador el responsable del incumplimiento, pierde las arras entregadas.
- Penal: en líneas generales es un contrato igual al de las arras penitenciales. La principal diferencia entre ambos es que, en este caso, si se da el incumplimiento unilateral, además de las penalizaciones, la parte cumplidora puede exigir el cumplimiento del contrato en vigor o su resolución.
- Confirmatorio: más conocido popularmente como contrato de paga y señal. Es el que ofrece mayores garantías para que la operación de compra-venta se produzca. Establece que ninguna de las partes puede desistir de forma unilateral, ni siquiera abonando las penalizaciones pertinentes. Por lo tanto, no existe modo alguno de incumplir el contrato.
Puntos del contrato de arras
Un contrato de este tipo debe contener una serie de puntos esenciales.
- Identificación de las partes: tanto el comprador como el vendedor deben aparecer correctamente identificados.
- Identificación del inmueble: el inmueble objeto de la operación de compraventa debe identificarse de manera adecuada.
- Inventario: en caso de que el inmueble tenga muebles y otras piezas en su interior, también se debe establecer un inventario.
- Precio: tiene que aparecer el precio de compraventa acordado por las partes.
- Importe de las arras: otro aspecto fundamental en este contrato es el importe de las arras, así como la documentación que justifica el pago.
- Gastos e impuestos: aquellos gastos e impuestos derivados de la inscripción de la compraventa en el Registro de la Propiedad.
Beneficios del contrato de arras para el vendedor
El principal beneficio que obtiene el vendedor de un contrato de arras es la seguridad de que el comprador no va a rescindir de forma unilateral el contrato en vigor. Es decir, una vez las partes acuerdan la compraventa del inmueble, con el contrato de arras el vendedor tiene por seguro que dicha compra se va a realizar con el precio y en el periodo acordados.
Si el contrato de arras es de tipo penitencial, el comprador sí puede retractarse. En este caso, el vendedor tiene derecho a quedarse con la señal entregada durante la firma del acuerdo.
Se trata de un contrato muy utilizado en la compraventa de viviendas, sobre todo particulares. Tiene una gran importancia ya que recoge todas las exigencias, tanto del comprador como del vendedor, pero si necesitas ayuda para saber el tipo de contrato que quieres formalizar siempre puedes contar con profesionales.