Estrategias actuales para vender pisos alquilados: guía para propietarios

Cuando los propietarios deciden poner su vivienda en venta, a menudo optan por gestionar el proceso por sí mismos para evitar pagar los honorarios de una agencia inmobiliaria. Sin embargo, pronto se percatan del grave error que han cometido. Puede ser porque no saben cómo fijar el precio de venta, porque las fotografías no logran captar la atención de los posibles compradores, o simplemente porque no están familiarizados con la gestión de las visitas. En resumen, subestiman la complejidad del mercado inmobiliario y la experiencia necesaria para manejarse en él.

La creencia generalizada de que vender una propiedad es un proceso sencillo lleva a muchos a intentarlo por su cuenta, sin ninguna formación ni experiencia previa. Sin embargo, basta con dar el primer paso para darse cuenta de que la realidad dista mucho de esa percepción inicial.

Por tanto, si deseas vender tu piso de manera efectiva y al mejor precio posible, la mejor opción es contratar los servicios profesionales de una agencia inmobiliaria como la nuestra, AS Real Estate. Nos encargaremos de todo el proceso, desde realizar un estudio de mercado para establecer un precio de venta competitivo hasta gestionar las visitas y obtener toda la documentación necesaria.

Contratar una agencia inmobiliaria no es un gasto, sino una inversión inteligente. Te ahorrará tiempo y esfuerzo, y te ayudará a vender tu propiedad al precio justo. En cambio, si intentas venderla por tu cuenta y el proceso se prolonga, es probable que termines aceptando un precio más bajo del que habías esperado inicialmente.

 

Cómo vender un piso alquilado

Cuando decides poner un piso en alquiler para vender, el proceso se vuelve más complicado debido a una serie de trámites y plazos establecidos por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Esta ley permite la venta de una vivienda con inquilino, pero otorga al inquilino el derecho de adquisición preferente.

Lo primero que debes hacer es notificar por escrito al inquilino tu decisión de vender la vivienda y las condiciones, como el precio. Una vez recibida la notificación, el inquilino tiene un plazo de 30 días para tomar una decisión. Si el inquilino decide no comprar la vivienda, entonces estás libre para venderla a quien desees. Sin embargo, debes tener en cuenta que no puedes desalojar al inquilino porque el contrato de alquiler continúa en vigor.

Es importante recordar que no puedes entrar en la vivienda sin el permiso del inquilino. Si el inquilino rechaza la oferta de compra y deseas vender el piso a un inversor, debes negociar con él el régimen de visitas de los interesados en el inmueble. En la venta de un piso con inquilino están involucradas tres partes:

  1. Propietario: debes comunicar por escrito al inquilino la oferta de compra y esperar su respuesta en un plazo de 30 días. Si el inquilino no ejerce su derecho de adquisición preferente, la vivienda puede ser adquirida por un tercero.
  2. Comprador: el nuevo comprador debe estar informado de que la vivienda está alquilada. Deberá subrogarse en el contrato de alquiler vigente y cumplir todas las cláusulas hasta su finalización.
  3. Inquilino: tiene el derecho preferente para comprar la vivienda en la que reside. Una vez informado por escrito, tiene 30 días para responder.

A pesar de las complicaciones, hay inversores interesados en comprar un piso alquilado. Esto se debe a que no necesitan invertir dinero en reformas ni buscar inquilinos, ya que el alquiler ya está en marcha. Además, contar con un inquilino en la propiedad ahorra tiempo y esfuerzo en la búsqueda de nuevos arrendatarios.

En general, adquirir un piso como inversión suele implicar comprarlo con la intención de alquilarlo. Ahora bien, según el artículo 14 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), es crucial mantener las condiciones del contrato, como el precio del alquiler y la duración del mismo. Este artículo establece que "El adquirente de una vivienda arrendada quedará subrogado en los derechos y obligaciones del arrendador durante los cinco primeros años de vigencia del contrato, o siete años si el arrendador anterior fuese persona jurídica, aun cuando concurran en él los requisitos del artículo 34 de la Ley Hipotecaria".

En cuanto a la documentación necesaria para vender una vivienda, hay una serie de documentos que son imprescindibles según la normativa vigente. Estos incluyen la nota simple registral, la Inspección Técnica de Edificios (ITE), el certificado de eficiencia energética, la escritura de compraventa, el último recibo del IBI y el certificado de la comunidad de vecinos.

Finalmente, recuerda que, aunque en Internet hay numerosos recursos que explican cómo vender una propiedad como un profesional, cuando esta está alquilada, la situación se vuelve considerablemente más complicada. En tales casos, la mejor opción para asegurar un cierre rápido y favorable es confiar en una agencia inmobiliaria de reputación y excelencia, como AS Real Estate.

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