23/11/2021
La adquisición de una nueva vivienda puede deberse a dos motivos fundamentales: como morada para vivir en ella o como inversión, ya sea con fines puramente especulativos (de reventa) o para arrendamiento. En función de nuestro objetivo usaremos unos criterios u otros para acotar de la mejor forma posibles las opciones que más nos convengan. Vamos a centrarnos en la vivienda como inversión.
En España y en buena parte de Europa la vivienda es un valor al alza, seguro, que incluso se atesora como un valor refugio a largo plazo. Esta tendencia, lejos de revertirse, tenderá a acentuarse, dado que el éxodo rural hacía la gran ciudad es un hecho que se irá acrecentando cada vez más. Igualmente, las pequeñas ciudades dormitorio verán incrementados cada vez más sus precios.
La revalorización
El criterio fundamental que determinará la revalorización de nuestra adquisición es la ubicación. El centro de las grandes ciudades es un valor seguro dada la excesiva demanda. Pero no menos interesantes son los barrios colindantes o incluso las ciudades aledañas. Los centros urbanos son habitados por las rentas medias y altas del país, y es por ello por lo que suelen resultar sitios muy adecuados y sugerentes para las familias con alto poder adquisitivo.
Por supuesto los metros cuadrados edificados son determinantes a la hora de valorar una vivienda. Además, si esta es primera planta o posee unas vistas agradables, verá también su valor incrementado. Cabe decir que el hecho de que la planta tenga ascensor siempre es conveniente, pues de otro modo además de cerrarnos a potenciales arrendatarios o compradores, verá su valor disminuido.
La accesibilidad es otro punto importante. Debe poseer buenas comunicaciones, tanto por vías interurbanas como por transporte público. Es una característica primordial cuando se trata de establecernos en una ciudad, a menudo por motivos de trabajo. De esas comunicaciones dependerá en buena medida su valor en el mercado. Aquellos emplazamientos que tengan un fácil acceso a grandes parques empresariales serán muy cotizados en el mercado.
Otro asunto que no es baladí es la antigüedad y/o estado de la vivienda. De nada sirve una ubicación privilegiada con unas vistas extraordinarias si la vivienda no cuenta con una edificación más o menos moderna. Es frecuente que además los potenciales inquilinos, si nuestro fin es ponerla en régimen de alquiler, demanden habitaciones amuebladas. Con poco dinero y buen gusto se pueden hacer auténticas virguerías para que nuestro piso luzca de revista.
Los servicios cercanos también son un aspecto para considerar. Tener un hospital, farmacia, supermercado o colegio cerca, hará que nuestra vivienda sea objeto de ofertas constantes, dado que hay gente que necesita de tenerlos a mano por cuestiones personales. Un centro deportivo o un parque público en el que practicar deporte al aire libre o poder pasear al perro también son aspectos importantes.
Movilidad y la importancia de los extras
Si bien es cierto que la movilidad en las grandes ciudades está cambiando, aún son mucho los que deciden moverse en coche o en moto. Contar con un aparcamiento o garaje es algo que resulta fundamental en según qué ciudades y ubicaciones concretas, puesto que mucha gente podría descartar o barajar una posible compra o alquiler en función de si disponemos o no de alguna plaza para estacionar vehículos.
Podríamos finalizar hablando de la cuestión económica. Comprar barato y vender caro es el sueño y la idea de muchos, pero conforme está el parque de viviendas este sueño se antoja complicado. Es precio que oteemos bien el mercado en busca del mejor precio para obtener en el futuro la mayor rentabilidad.
Las inmobiliarias son una opción muy socorrida, dado que la comisión que se llevan por la venta no es comparable a la tranquilidad y seguridad que transmite que otros realicen los trámites por ti.
Hoy día gracias a internet disponemos de una variedad infinita de información para hacernos una idea de como llevar a cabo todo el proceso, pero siempre se pueden cometer errores por la falta de experiencia, errores caros y costosos que vale más la pena dejar de lado.
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